La aventura de un excepcional astronauta perdido en la soledad de Marte podría ser la sinopsis del argumento de esta película. En esta película Ridlley Scott, ha optado por el espectáculo y no por la reflexión, así que ya sabemos lo que podemos encontrar. No vamos a obtener un desarrollo realista de la opresiva soledad del espacio y de la infinta distancia, sino una narración entretenida y amena. Aquí hay quien opina que el arte y el entretenimiento se separan. Yo nunca he tenido muy claro que una buena película que se proponga lo que pretende no pueda ser arte. No afirmo que esta lo sea, pero lo que está claro, es que es un producto que funciona, que mantiene el interés del público y se hace con él, controla su ritmo, su humor, con su enfoque. Sin duda entre el Naúfrago de Tom Hanks y el de Forges hay una gran distancia, pero cada uno tiene su espacio. En este caso el espacio es el "espacio" con un Matt Damon que se desenvuelve muy bien atrapado en el centro de la historia.
En esta ocasión la película decide alejarse deliberadamente del dramatismo y situarse en lo que podríamos denominar cine de consumo. Lo hace bien, es una historia distinta que elude el análisis y que parte de una situación a priori angustiosa, como una excusa para crear una ficción bien construida, ágil, entretenida y de intriga desbordante . En resumen The Martian no es una película de culto, es una película para pasar una emocionante noche de cine.
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