Secret Wars está a punto de terminar, si aún no os habeís hecho con el evento aun estáis a tiempo, nosotros hace un tiempo os hablabamos del primer número de las nuevas Secret Wars, hoy os traemos el número 2, donde empieza exactamente el verdadero inicio de la serie. Para los amantes de la Marvel clásica al abrir este segundo número podemos recordar el inicio de las primeras Secret Wars allá sobre los 80.
Mundo de Batalla se presenta en este número con toda su extensión, nos presenta un nuevo grupo mundial, que serán los encargados de controlar los diferentes dominion que lo componen, según las leyes del todopoderoso creador. Estos defensores son una brigada enorme de Thors, cada uno sacado de un punto de Mundo de Batalla diferente, son los policías superpoderosos que hacen frente a los distintos infractores en los dominios.
En las primeras páginas de este número asistimos al nombramiento de un nuevo Thor, gracias a sus ojos, podemos conocer un poco más de este nuevo mundo y su estructura social, asistimos a una disputa entre dos Barones para ver quien dice la verdad, también visitamos El Escudo para conocer que ocurre exactamente fuera de ellos.
En estas páginas encontramos una presentación perfecta de un mundo en el que se puede ver una buena parte de restos de realidades alternativas que han sido rescatadas por el archienemigo más temido y creador de este mundo, él es Victor Von Muerte, proclamado Dios Todopoderoso de este mundo, él es el que ha conseguido rescatar de la destrucción a un buen número de habitantes de distintas realidades alternativas y todos juntos componen Mundo de Batalla. Los planes del mundo perfecto de Muerte cambiaran cuando La Fundación, el equipo científico de Muerte encuentre un hallazgo que dejara a todos perplejos. No diremos nada sobre lo que hay en el interior, lo podeis ver vosotros mismos.
Jonathan Hivkman y Esad Ribic continúan con su labor de llevar ante nosotros el evento definitivo de Marvel que cambiara para siempre el Universo
Panini sigue editando dos portadas diferentes, la de Alex Ross y la de Esad Ribic, por lo que puede ser un poco difícil para algunos elegir una ¿Cogeremos una de las dos o las dos?
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