Portada del 1º tomo. |
El escritor Mike Carey es autor de grandes obras como The Unwritten, Lucifer y la historia de la ahora hablamos: Riesgo Suicida.
Nos encontramos con un escenario conocido, un hombre que quiere que se haga justicia tan desesperadamente que está dispuesta a tomarla con sus manos.
Leo Winters es un policía que ve como la epidemia de supervillanos crece en un mundo donde los poderes se pueden comprar en un callejón, ¿y con un gran poder llega una gran responsabilidad? No. En este mundo, el poder saca lo peor de las personas.
La historia empieza con Leo narrando al psicólogo cómo un grupo de supervillanos masacró a su unidad mientras robaban un banco, el sentimiento de culpa por ser el único que sale ileso es abrumador, así que el protagonista decide ir y agenciarse unos poderes para él.
A pesar de que casi todos los que han conseguido poderes han terminado corrompiéndose de alguna forma, usándolos para beneficio propio, Leo piensa que él será capaz de controlarlo. Sin embargo, no solo se encuentra luchando por controlar un poder, cuyo uso se convierte en un riesgo suicida por las consecuencias que trae, también tendrá que luchar contra aquello que ha poseído la mente de los ex-superhéroes.
Destacar del estilo de Mike Carey su uso de la realidad en la historia, los poderes no son la magia de los cuentos infantiles que ocurre porque sí, tienen una explicación, y el conocimiento de cómo funcionan se convierte en una arma contra ellos.
Ese realismo pasa a la dibujante Elena Casagrande que crea unos diseños de los supers nada excéntricos, con trajes que cualquiera podría hacerse en el mundo real, destacando los chicos malos uniformes y accesorios peculiares. Espectaculares escenas de lucha, donde de verdad podemos ver los superpoderes en acción, cómo vuelan, cómo explotan, cómo se mueven...
Un cómic muy recomendable tanto para los que confían ciegamente en el nombre de Mike Carey como para aquellos que todavía no han probado nada de él.
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