El mundo industrial del comic norteamericano, y DC Comics en particular, no es un mundo de tontos. Lo fundamental, como en toda industria, es ganar dinero y la familia Batman con todas sus series genera mucho mucho dinero. El universo Batman, en este relanzamiento que ha sido el nuevo Universo 52, ha contado con muchas series, aparte de las dos cabeceras principales, Batman y Detective Comics, los lectores han podido disfrutar de cabeceras como Catwoman, Batgirl, The Dark Knight de David Finch y, sobretodo, el Batman y Robin de Peter Tomasi y Patrick Gleason.
BATMAN Y ROBIN ha sido la sorpresa agradable, si podemos llamar sorpresa a una serie que lleva desde su creación por Grant Morrison, pasando por su sucesor y actual guionista Peter Tomasi, un nivel de calidad bastante alto. De hecho, esta serie ha sido la que tras el relanzamiento DC ha sufrido menos cambios, ya que Peter Tomasi ha sabido unir ambas etapas de forma muy interesante.
Batman, Bruce Wayne, el de toda la vida, es un personaje que, si está bien escrito, mola mucho. Pero, Damian, su hijo reconvertido de luchador de la liga de los asesinos a nuevo Robin, mola muchísimo más. La primera saga de la serie, la saga de Nothing, hijo de un antiguo mentor de Bruce que vuelve a vengar a sus padres, pone el listón y tono de por donde van a ir los derroteros de ahora en adelante. La relación de Batman y Robin se muestra como un relación educacional. Después de su muerte, Bruce sabe que no va a ser Batman para siempre y decide educar, entrenar, preparar a su sucesor, en este caso su hijo Damian, Robin, para su legado de caballero oscuro. La vida es así, Bruce y Damian, con sus potentes personalidades, han de llegar a un acuerdo, a un consenso que facilite su colaboración como "el duo dinámico de Gotham City". Bruce sabe que su hijo tiene el potencial para llegar a ser un futuro Batman tan bueno como es él, y esto es algo que su voz de la conciencia (llámalo Alfred) le repetirá hasta la saciedad. Pero, por otra parte, Damian sabe que su padre no es inmortal, no es infalible, como se muestra en el ataque de Nothing, y debe aprender que si quiere adoptar la capucha de su padre él también adoptará esa condición de ser infalible, de ser que puede ser derrotado. Esto que viene a ser llamado la madurez del adolescente.
Resultaría una obviedad decir el buen trabajo que está realizando Tomasi guionizando esta serie, su propuesta de tramas de larga duración con un excelente desarrollo de personajes han resultado ser su punto fuerte. Pero, Patrick Gleason ha sabido darle el tono al dibujo, dando a los fans algunas de las páginas más espectaculares y dinámicas de todas las series de la familia Batman. En definitiva, y a la espera de que salga el tercer tomo de BATMAN Y ROBIN, estas son las sorpresas agradables que a todos los fans de Batman y del comic de superheroes nos encantan. Recomendación total.
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