Aviso que esta entrada tiene SPOILERS. Por lo que los que no se hayan leído los tebeos y no quieren enterarse de cómo va la cosa, ya están avisados. Dicho esto, hay que ver el revuelo que ha traído la saga editada por Panini en los números 11 a 13 del Vol. 3 de Ultimate Spider – Man, editados por la editorial entre Diciembre del 2011 y Febrero del 2012.
Estos cuadernos contienen los números 155 a 160 de Ultimate Comics Spider – Man, publicados por Marvel Comics entre Mayo y Agosto del 2011, siendo Brian Michael Bendis el guionista y Mark Bagley el dibujante, a excepción del preludio de la historia que lo dibuja Chris Samnee.
Esta aventura ha sido toda una línea de meta. Si la línea de salida de la línea Ultimate fue el arranque, hace ya más de diez años, de la serie del Ultimate Spiderman a cargo de Bendis y Bagley, justo es que esos mismos autores se encarguen de contarnos el final de la andadura de nuestro trepamuros adolescente. Y vaya final, oigan.
Desde el principio de la colección, si hay algo que la ha caracterizado es la enorme calidad. Bendis es un autor que por unas coas u otras siempre se ha llevado ciertos palos por un sector de la crítica, pero lo cierto es que el Ultimate Spidey era y es su mejor obra, siendo casi unánimes los elogios recibidos. Los motivos son la certeza con la que caracterizó a todos los secundarios haciéndolos suyas, el dinamismo de la colección que alternaba eficientemente la acción y que narices, porque está cojonudamente escrita.
El Universo Ultimate ha sido una apuesta arriesgada por parte de Marvel, consistiendo en una línea en la que podía pasar cualquier cosa. Si en Ultimátum las bajas fueron numerosas e importantes, eso quería decir que nadie estaba a salvo. Y ha llegado ahora el turno de Spiderman. Ya se presagia algo gordo cuando el Duende Verde mata al Doctor Octopus y por el ambiente que se va entonando al ir leyendo la saga.
Y si, señores. Si anteriores muertes en el Universo Ultimate fueron definitivas (nunca mejor dicho) aquí ocurre lo mismo. Peter Parker ha muerto. Quizás su la forma en la que muere, por la explosión de un vehículo, puede que no sea la más apropiada, eso no lo niego. Pero a título personal, yo aplaudo estos episodios por la épica mostrada, por ese dialogo de despedida con Tía May, por la impotencia que se siente ante la amenaza de los Seis Siniestros, por el rostro del ¿cadáver? de Norman Osborn sonriendo, por la última página del tebeo en la que Peter se reúne con Tío Ben… Chapeau por el guionista.
Mark Bagley abandonó hace años la serie, pero en Marvel han tenido el detallazo de dejarle despedirse de su criatura dibujando estos comics. Parece como si nunca se hubiese marchado. No me malinterpretéis, sus sustitutos han sido grandiosos, pero aquí Bagley demuestra que está en su salsa y nos deja unas planchas con escenas de acción, emotivas, acojonantes… De lo mejor de la producción del artista.
Todos sabemos que hay un nuevo Spiderman a la vuelta de la esquina. Marvel ha arriesgado con un sustituto que va a dar que hablar, pero eso queda para el futuro cercano y para otros post. En la presente reseña toca degustar esa joyita que ha sido la “Muerte de Spiderman”. Para un servidor, inolvidable. Te añoraremos, Peter Parker. Lo has hecho bien, chaval.
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