Mi conocimiento sobre el universo Lantern es reducido y siempre me he preguntado cómo el anillo amarillo, el sentimiento del miedo, puede proporcionar tanto poder a su portador. Así que cuando ECC trajo a nuestras estanterías el primer volumen de Sinestro no dudé en hacerme con uno, y fue una buena elección.
Incluso sin conocer los acontecimientos previos que llevan a este individuo a un auto impuesto exilio, Cullen Bunn escribe una introducción en la que rápidamente podemos entender sus motivaciones, qué lo ha llevado ahí, y le da una razón de peso para volver a recuperar su lugar: salvar a lo que queda de su gente. Si bien sus intenciones son buenas y te hacen sentir algo de simpatía por él, Sinestro sigue siendo un villano y la crueldad de sus métodos nos lo recuerdan constantemente.
Sinestro es un villano, también es el protagonista de esta historia, y todo protagonista necesita un antagonista, algo a lo que enfrentarse. En esta saga, los portadores del anillo amarillo deberán enfrentarse a un nuevo culto basado en la antiemoción que se extiende por el universo, liderado por el misterioso obispo pálido, su inquisición pretende erradicar la blasfemia de sentir emociones de cualquier ser. Sin emociones, sin miedo, no serán un enemigo fácil de derrotar. Y por supuesto, también habrá alguna aparición de Hal Jordan, aunque la relevancia de los Green Lanterns todavía está por determinar.
Respondiendo a mi primera pregunta ¿cómo puede dar el miedo tanto poder a su portador? El miedo puedo dar mucho poder sobre aquellos que te temen pero también a quien lo siente, es parte de nuestro instinto de supervivencia, nos lleva al límite; es una fuerza que puede ser todavía mayor cuando tenemos miedo de perder lo que amamos. Sinestro temía perder a su familia, a su gente, todo lo que amaba; eso le dio un poder y una determinación rozando la locura. Ahora ha encontrado un nuevo temor y quizá un nuevo lugar en el destino del universo.
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