Ayer pasé por Manhattan Comics y di gracias al cielo porque me habían guardado el tomo. ¡Lo he devorado como si llevara más de una semana sin comer!
Y POR FIN tengo todas las respuestas. Seguro que recordáis la entrada que hice hace poco sobre las ganas que tenía de tener este último volumen, así que no es de extrañar que esté haciendo esta reseña ahora mismo. Como siempre, será libre de spoilers así que, ¡leed sin miedo! ^^
"Mientras los ecos de una inminente revolución resuenan bajo el cielo de toda Francia, las calles de París se agitan ante las últimas apariciones del Conde de la Rosa Negra. Hans sabe que por fin ha llegado el momento de romper sus cadenas y atreverse a vivir todo aquello que desde hace años ha imaginado en las páginas de sus relatos..."
Bueno, antes que nada, sobre aquello que dije de que imaginaba por dónde iban los tiros sobre la identidad del Conde... me la han pegado pero bien. Y me encanta. Me encanta porque no me esperaba para nada este giro de acontecimientos.
Se desvela el misterio de los padres de Hans, de su relación con su tío, y del pasado de este último con su hermano (si habéis leído el primer volumen, sabréis de qué hablo). Me gusta el cambio que se produce en Ben desde el primer tomo (y parte de este) hasta el final. Me ha dado la impresión de que la vida le ha hecho aceptar la "pequeña obsesión" que Hans tenía con el Conde. Aceptarla y, a la vez, apoyarla, y esto es lo que ha hecho que me guste el personaje. Porque no, antes Ben no me caía bien.
Hans me daba mucha pena, porque no lo comprendía NADIE, estaba siempre solo. Es cierto que Ben lo quería, pero me daba a entender que intentaba imponerle su amor a la fuerza... la conversación que mantiene con Nicolette en este tomo me convence más de ello. Aunque a lo mejor solo lo pienso yo, pero esa es la impresión que me ha dado, y no me disgusta, porque luego se "arregla". Y tanto que se arregla, ya que, sin duda, Ben crece aspirando a algo y luchando por conseguirlo (y, a mí, me gusta pensar que lo consigue, aunque no se especifique nada).
En este volumen seremos testigos de lo que hace el misterioso Conde para que las jóvenes ansíen tanto su compañía, conoceremos los verdaderos sentimientos de Hans y del resto de personajes, que son más intensos de lo que aparentan.
Además, no podría haber terminado mejor. Al principio, pensaba que sí, que podía haber muerto cierto personaje, pero luego, al leer el epílogo, he desechado esa opción. El epílogo me gusta, completa el tomo, le da más sentido a la historia y a la relación entre dos personajes, nos demuestra cómo han crecido persiguiendo su sueño y, además, lo deja con un aire de 'final abierto' que nos permite imaginar lo que pueda pasar en el futuro.
En conclusión, me ha gustado mucho. Javi Cuho y Van Durán han hecho un gran trabajo con esta serie de dos volúmenes, y han sabido crear una historia interesante y con intriga, además de darle una conclusión acertada. Si próximamente vuelven a trabajar juntos, no dudaré en comprar sus obras.
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