Riesgo Suicida busca darle una vuelta de tuerca al género superheroico, este cómic nos pone en la piel de Leo Winters un policia sencillo que se ve envuelto en un acontecimiento histórico: la aparición de los primeros superhumanos. Lamentablemente estos no están del lado de la justicia y es tarea de los cuerpos de seguridad enfrentarse a ellos. Pero, ¿que puede hacer un pobre hombre con una 9mm contra monstruos y dioses? Pocos héroes han aparecido y los que lo han hecho han acabado cambiando de bando. Mientras la gente muere en manos de los crueles villanos, el mismo Leo ha perdido a muchos de sus compañeros... Sin embargo cuando encuentre a los traficantes que cambian poderes por dinero todo cambiará.
A pesar del gran nombre de Carey en el título, este ha pasado algo desapercibido en USA, no es de extrañar pues las estanterías de las tiendas de cómics allí están repletas de gran cantidad de títulos genéricos que buscan al fan del género pique, para ofrecer un producto mediocre. Y este no es ni mucho menos el caso.
Mike Carey es un guionista con oficio y grandes trabajos a sus espaldas mientras que Elena Casagrande se ha ido curtiendo en colecciones franquiciadas y es una dibujante bien capaz. Y eso se nota desde que empiezas el primer número.
Mike Carey pone muchos conceptos en la mesa: cambiando la perspectiva de la historia, creando a unos villanos que no son de opereta si no criminales crueles capaces de todo que recuerdan a un supergrupo descafeinado de The Boys; la importancia de la familia, el mal y si compensa la senda tortuosa del bien.
El nivel artístico acompaña durante todos los números, creando un producto de lo más fresco que se puede encontrar actualmente en el género. Seguramente a los seguidores de los Ultimates o incluso The Boys les encantará.
Desde luego un título injustamente olvidado con un gran nivel de calidad que desde Manhattan Cómics os recomendamos. No hace falta tener poderes para acercarte a Manhattan Cómics a por tu ejemplar, ¡incluso lo puedes pedir víaa nuestra WebStore y te lo mandamos a casa! ¿Podríamos ponértelo más fácil?
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