No sólo de "Pan" vive el hombre, así que de vez en cuando hay que reivindicar las grandes obras del cómic europeo que pasan desapercibidas para el lector mayoritario que se encuentra inundado por el bombardeo de cómic de superhéroes norteamericanos. Loisel tardó más de una década en hacer su propia versión del niño que no quería crecer. Un estilo típicamente europea, con unos dibujos que recuerdan a los clásicos franco-belgas como Uderzo, Franquin o Morris, pero con un mensaje mucho más profundo de lo que podría suponer.
Sin Garfio, Peter no es nada
En primer lugar, el PETER PAN de Loisel se centra en como Peter, el niño de un suburbio londinense de finales del S.XIX acabará por convertirse en el héroe del País de Nunca Jamas. Siempre rodeado por personajes reales, con sus virtudes y, sobretodo, sus defectos. Unos defectos, como la avaricia de Garfio, los celos de Campanilla o la propia soberbia de Peter, harán que vaya avanzando la historia para acabar por definir todo el universo de Peter Pan.
La soledad de Campanilla
En otro lugar, uno de los puntos más destacados y brillantes de la obra es la sutileza con que Loisel insinúa que es Garfio el propio padre de Peter, que lo abandonó tiempo atrás con su madre en un ambiente deprimido al estilo DAVID COPPERFIELD de Dickens. Psicológicamente hablando, Peter simbolizaría la rebeldía del hijo frente al padre y la lucha entre ambos que todo adolescente muestra en algún momento de su vida.
El pre-Peter rodeado de ratas en los suburbios de Londres
En Manhattan Comics y en Nunca Jamas, tus tiendas de comics favoritas, te retamos a que te llenes de polvo de hadas para que vueles y leas este tomo magico y a la vez realista
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